De la poesía española al teatro europeo contemporáneo.
Respirar, reír y soñar. El teatro es respiración, es risa y nos permite soñar; basta un espacio vacío, un actor y un espectador para realizar un acto teatral, los tres necesitan de la presencia del otro y de la energía del otro.
Desearía, desde el Festival de Teatro de Olite, contribuir a que la sociedad piense en la Cultura como necesaria y de servicio público, no como mero entretenimiento. Como en los versos de Gabriel Celaya, “poesía necesaria como el pan de cada día” “Estamos tocando el fondo”.
Tenemos que pensar en la Cultura como se piensa en la Sanidad y en la Educación. Si la sanidad nos cuida los males del cuerpo y la educación nos ayuda a crecer intelectualmente, la Cultura sana el alma y cura el espíritu.
En cultura, se impone una urgente y profunda reflexión.
No podemos volver a la normalidad después de lo que nos ha tocado y estamos viviendo, o al menos debemos preguntarnos: ¿a qué normalidad queremos volver?
El verdadero Teatro es el que, en la representación, nos muestra nuestras virtudes y nuestras miserias. No es entretenimiento, es disfrute, habla de la vida y, como dice Peter Brook, “es vida”.
Una sociedad solo puede crecer desde la duda; la duda nos conduce a buscar respuestas; el Teatro, en sí mismo, ya es una respuesta por ser el espejo que nos ayuda a mirarnos sin máscaras.
En ese sentido, es y deber ser una catarsis que nos ayude a crecer en sociedad.
En este viaje teatral, en el que recordaremos a los que ya no están, en la búsqueda de la serenidad y para el deleite de nuestros sentidos, abriremos el festival con las notas musicales y las raíces vasco-navarras de Mielotxin, escucharemos los versos de Lope de Vega, de San Juan de la Cruz, de Tirso de Molina… en Esta divina prisión de Raúl Losanez.
Viajaremos desde nuestros clásicos con La estrella de Sevilla de la compañía Teatro Clásico de Sevilla; Las danzas y entremeses de Juan Rana, coproducción de Ron Lalá y la CNTC; La Celestina con las marionetas de la compañía Bambalina; y el Lázaro (Lazarillo de Tormes) más rebelde y actual que nunca de Leamok; a los autores contemporáneos y emblemáticos de la poética teatral europea del siglo XX, con A vueltas con Lorca de la compañía de Carmelo Gómez; Esperando a Godot de Samuel Becket, producción de Pentación; con Expediente K (Carta al padre), la adaptación teatral del texto de Franz Kafka, producción de Dafnis Balduz; y con Madre Coraje de Bertolt Brecht en el cierre del festival con la compañía Atalaya.
Entre lo clásico español y lo contemporáneo europeo, una de las mujeres más representativas de la creación española, Ana Vallés, con su DAIMON y la jodida lógica, producción de Matarile. Presentará un performance teatral colmado de belleza y de poesía, donde los cuerpos se funden en la danza, en la palabra, en el silencio y en el humor inteligente. Esta creación puede inscribirse en la corriente del “Espectáculo Total” que defendía Antonin Artaud.
En la última semana respiraremos con el teatro famliar, la comedia musical inspirada en Sor Juana Inés de la Cruz: Yo, la peor del mundo de la compañía Vaivén y con la danza de Adriana Bilbao con su coreografía Hierro/Burdina. Espectáculo que, desde la problemática de la emigración, une a profesionales de la música y el flamenco del sur con los ritmos y la música vasca. Con la presencia de Beñat Achiary, compositor y músico vasco francés, Hierro aporta la única participación internacional en esta edición.
En la programación navarra, a Mielotxin y Carmelo Gómez hay que sumarle La Caja Flotante con Catástrofe, creación que fue nominada a los premios Max.
En esta edición, también de la Comunidad Foral, en La Cava, dos nuevas propuestas para favorecer la apertura del festival a otras tendencias escénicas: la circense con Kimera de La Banda Teatro y el teatro infantil con La casa más pequeña de Yarleku, para facilitar al público más joven el encuentro con la escena y con la magia del festival.
Como en años anteriores, se han convocado el Ciclo de Poética Teatral y la Residencia Laboratorio. Estos dos programas, pensados para fomentar la producción en Navarra, son distintos en los procesos de creación, pero tienen dos objetivos en común: uno, que sean el inicio de futuras coproducciones con otras entidades; y otro, que enriquezcan la programación en el circuito y espacios culturales de la Comunidad Foral.
Tendremos un encuentro, muy especial, con tres profesionales de la prensa cultural: Machús Osinaga por RTVE, Raúl Losánez por La Razón y Daniel Galindo por RNE para, de una manera relajada y divertida, contarnos las entre cajas de los festivales de verano.
El director invitado en esta edición es Antonio Simón Rodriguez, director de la obra Esperando a Godot; impartirá un taller para actores y directores y participará en un encuentro abierto al público y profesionales en el que nos hablará de su trayectoria y de la profesión de actor.
Tenemos un deber y es el de realizar el Festival de Teatro de Olite para cuidar la Cultura y, al mismo tiempo, apoyar y proteger a la profesión.
Para finalizar, pienso en los grupos, actores, músicos y técnicos que, por las circunstancias sanitarias, se han quedado fuera de la programación en esta edición.
Recuperemos la calle, con responsabilidad, que las plazas se llenen de titiriteros, músicos, payasos, danzas, bufones y máscaras de carnaval. En la calle, escenarios de la vida, está la verdad, está El gran Teatro del Mundo.
Luis F. Jiménez
Director Artístico
Como sucede en la obra "Esperando a Godot”, vivimos tiempos de incertidumbre. Pero, a diferencia de la actitud impasible de los personajes de Samuel Beckett, la Dirección General de Cultura - Institución Príncipe de Viana hace posible la 21ª edición del Festival de Teatro de Olite que se adivina especial por las circunstancias extraordinarias que nos acompañan como consecuencia de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19.
Bajo el lema “De la poesía española al teatro europeo contemporáneo”, será un festival marcado por la calidad de las propuestas, por las medidas para garantizar la seguridad sanitaria y por el apoyo al sector teatral de la Comunidad Foral.
Tras una sólida trayectoria de dos décadas que ha convertido a Olite en una de las citas con las artes escéncias de referencia en este país, este año su protagonismo aún será mayor debido a su condición de vanguardia, tanto en Navarra —como primer certamen de carácter presencial organizado por la Dirección General de Cultura tras el confinamiento, como en el resto del país —será uno de los primeros festivales que se celebren a nivel nacional y el único que mantenga las fechas inicialmente previstas—.
Y aunque abrir una senda entraña siempre complicaciones añadidas, creemos firmemente en la necesidad de celebrar el Festival. Como una reivindicación del valor de la cultura para hacer del mundo un lugar más habitable; como un apoyo para quienes se ganan la vida alrededor de un escenario; como un mensaje de alegría, ilusión y esperanza para el público del festival y para toda la ciudadanía.
Para hacerlo posible se ha diseñado una programación multidisciplinar donde caben la música, la danza o el circo, además del teatro. Y donde revisamos a los clásicos españoles, junto a los autores europeos contemporáneos, de la mano de algunas de las mejores compañías actuales de ámbito nacional.
El teatro navarro ocupa un lugar central en esta edición, ya que 2020 será el año con más propuestas programadas de esta Comunidad en la historia del festival. En total, nueve compañías navarras ofrecerán 14 funciones: cinco propuestas se representarán en La Cava, cuatro en el ciclo de Poética Teatral y otra se desarrollará en la residencia-laboratorio.
Pero nada de esto sería viable sin el trabajo desarrollado en estrecha colaboración con el Departamento de Salud del Gobierno de Navarra, el Ayuntamiento de Olite y el Ayuntamiento de Tafalla para establecer un protocolo que permita garantizar la seguridad sanitaria del público asistente, de las compañías programadas y del equipo del certamen. Será una edición diferente donde vamos a cuidar a nuestros espectadores para ofrecerles un festival donde disfrutar, seguro.
Ignacio Apezteguía
Director general de Cultura